Regurgitación
El proceso por el cual el contenido del estómago del perro (es decir, la comida) se mueve hacia atrás por la vía esofágica y entra en la boca se conoce como regurgitación.
Este problema médico puede ser genético o adquirido como resultado de varios factores.
Fiebre, letargo, vómitos, tos, pérdida de peso, secreción nasal, dificultad para tragar, mal aliento, hinchazón del cuello y aumento de los ruidos respiratorios son signos comunes de regurgitación.
La regurgitación puede ocurrir en cualquier raza, aunque ciertas razas son más propensas a ella, como el fox terrier, el schnauzer miniatura, el gran danés, el pastor alemán, el setter irlandés, el labrador retriever, el terranova y el shar-pei chino.
Las condiciones médicas que pueden desencadenar la regurgitación incluyen problemas de garganta que con frecuencia son evidentes al nacer y anomalías congénitas en el tracto esofágico.