Moquillo canino
El moquillo canino es un virus que ataca los sistemas digestivo, respiratorio y nervioso de los perros.
Se transmite fácilmente de un perro a otro a través de la orina, la saliva, la sangre, los comederos compartidos e incluso la exposición al aire.
Hay dos etapas de síntomas en el moquillo canino.
Fiebre, secreción nasal y ocular, cansancio, tos, diarrea y vómitos son síntomas de la etapa inicial.
Los síntomas se agravarán a medida que la enfermedad ataque al sistema nervioso central en la segunda etapa.
Aquí, el perro puede sufrir sacudidas de cabeza, parálisis parcial o completa, convulsiones, espasmos musculares y, en algunos casos, puede producirse la muerte.
Los perros que sobreviven a la etapa aguda del virus pueden desarrollar hiperqueratosis en las almohadillas de las patas y el hocico.
Por lo tanto, la nariz y las almohadillas de las patas pueden endurecerse y crecer, lo que puede ser extremadamente doloroso.
El moquillo canino es una de las infecciones más peligrosas que puede desarrollar su perro, pero también es una de las más fáciles de prevenir.
Asegúrese de que su cachorro haya recibido rondas completas de vacunas contra el moquillo y que esas vacunas se mantengan actualizadas durante toda la vida de su perro.
Haga todo lo posible para evitar cualquier brecha de vacunación.
Mantenga a su perro alejado de cualquier otro animal enfermo o vida silvestre si es posible.