Síndrome de gran altura
Durante el verano, muchos dueños de gatos abren sus ventanas con mucho gusto para disfrutar del clima.
Lamentablemente, las ventanas sin ventosa son una seria amenaza para los gatos, que se caen de ellas con tanta frecuencia que la comunidad veterinaria tiene un nombre para la afección: síndrome de gran altura.
Las caídas pueden causar fracturas de mandíbula, pulmones perforados, extremidades y pelvis fracturadas e incluso la muerte.
Los gatos tienen un fuerte instinto de supervivencia y no "saltan" de lugares peligrosamente altos a propósito.
La mayoría de los gatos se caen de ventanas de gran altura, terrazas o escaleras de incendios por accidente.
Los gatos tienen una capacidad notable para concentrar su atención en lo que despierte su interés.
Una distracción como un pájaro u otro animal puede hacer que pierdan el equilibrio y se caigan.
No aterrizan firmemente sobre sus pies cuando caen desde grandes alturas.
En cambio, aterrizan con los pies ligeramente separados, lo que provoca graves lesiones en la cabeza y la pelvis.
Es un mito común que los gatos no resultarán heridos si se caen de estructuras de uno o dos pisos.
Pueden ser más vulnerables a sufrir lesiones al caer distancias cortas que al caer desde altitudes medias o altas.
Las distancias más cortas no les dan tiempo suficiente para alterar la posición de su cuerpo para caer correctamente.
Los gatos que son víctimas de rascacielos tienen un 90% de posibilidades de sobrevivir si reciben asistencia médica temprana y competente.